IV Fase Proceso de Creación "La Voz del Rehén"
Previa muestra: emociones suscitadas en los instantes anteriores a la puesta en escena. Pueden ser horas y segundos previos
Después del ensayo final previo el día anterior a la representación nos dio a todos los integrantes cierta sensación de tranquilidad, y que a pesar de todo lo que había costado teníamos el número ya finalizado y listo para presentar, y que incluso en el ensayo sin atrezzo ni disfraces, y con ciertos fallos y errores había quedado el número bastante bien. Las horas previas antes de la actuación se conservaba en parte esa tranquilidad pero se comenzaba a sentir un poco la tensión y nerviosismo por la actuación. Aunque con bastante antelación decidimos dejar de ensayar y comenzar a relajarnos un poco y pensar en otras cosas, que el trabajo estaba hecho y ahora solo quedaba intentar disfrutar de la actuación. Una vez ya realizada la entrada y mientras se disponía el decorado y nos poníamos los disfraces si que ya los nervios de pre-actuación estaban más palpables que nunca. Y antes de comenzar a sonar la música entre bambalinas se podía sentir los nervios y cortar la tensión con un cuchillo, e integrantes que hasta el momento habían mantenido la calma y una actitud serena comenzaron a flaquear un poco, uno de los cuales tenía que empezar realizando malabares y al que se le pasó por la cabeza que se le iban a caer todos del nivel de nerviosismo y agarrotamiento que estaba notando con la tensa espera de salir estando preparado
Durante la muestra: emociones desencadenadas durante la puesta en escena. Se puede referir a las tensiones liberadas, lo experimentado ante la exposición visual ante el público, “quedarse en blanco”, etc.
Durante la muestra, las emociones desencadenadas por los diversos componentes fue dispar, en función de cómo iba evolucionando su ejecución individual en la actuación y lo que observaba en el grupo. Un factor que nos desestabilizó un poco fue el público, no tanto su presencia pero sí su intervención, había en ciertos momentos en el que para marcar el ritmo de combas, pasos … nos ayudábamos de la música y las palmas que daba el público en algunos momentos no estaban acompasadas provocando errores de coordinación o aceleraciones. Hubo miembros que fueron creciendo durante la representación, llegando a disfrutar del ambiente generado en el público y el jurado, y que no cometieron errores y que su actuación fue muy acorde a los resultados del ensayo, otros miembros que cometieron errores inconscientemente debido a estar siguiendo a un compañero que había cometido un error, otros integrantes entraron con el pie cambiado (nunca mejor dicho) a la representación y fueron cometiendo pequeños errores no muy notorios que pudieron pasarse por alto pero sucesivos y otros integrantes que tuvieron algún error puntual muy notorio minando su confianza en el resto de la presentación con un efecto un poco bola de nieve. Otros pequeños fallos fueron provocados por el uso de vestuario y disfraces el cual jugó en algunos momentos malas pasadas. Afortunadamente ningún miembro se quedó en blanco más allá de errores producto del directo y se consiguió reponer y hacer la parte final, el “clímax” sin errores, aspecto el cual no se había conseguido en ningún ensayo lo que provocó que el sabor de boca final fuera positivo en general.
Después de la muestra: emociones desencadenadas al finalizar la escena. Pueden ser minutos después e incluso el transcurso de días. Se puede referir a la euforia, sentimiento grupal, etc.
Al igual que la suerte en la actuación fue dispar, la sensación que se le quedó a cada miembro del grupo fue distinta, por un lado al terminar la actuación cada miembro sólo era plenamente consciente de su parte, sí que el final que nos había salido bien ayudó a dejar un buen sabor de boca, pero lo cierto es que no había excesiva euforia ya que los errores que había cometido cada uno se tenían muy presente y no dejaban ver la actuación global con perspectiva, pero en general se estaba bastante satisfecho, lo bueno o malo que había podido ocurrir se debían a cosas del directo, a nervios …, y justamente en las partes que se había fallado en el ensayo o que daban más respeto habían salido bien, y se había fallado en partes que hasta la actuación no había habido error previamente. Por lo general nos sentimos bastante liberados, con ganas de ver cómo había quedado desde fuera, la valoración externa que podían hacer y olvidarnos ya un poco de la tensión generada y disfrutar del resto de actuaciones de los compañeros con tranquilidad que alguna ventaja tenía que tener ser los primeros en actuar.
Reposo de la muestra: es la fase posterior que permite una valoración más aséptica del proceso. La euforia ha pasado a un segundo plano, y pueden aparecer las reflexiones sobre lo recogido del proceso, independientemente del producto final (orgullo, trabajo en equipo, superación de dificultades, etc.)
En este reposo, todos coincidimos que habíamos demostrado que teníamos un buen número, que lo habíamos trabajado y los errores que había podido suceder era debido a los nervios, y que durante el proceso nos lo habíamos pasado muy bien juntos y disfrutado, tanto de la actuación como de los ensayos y el clima de trabajo que se había generado. Con la visualización del video un adquiere una mayor perspectiva y valorar en conjunto la actuación y pequeños errores individuales apenas se aprecian y se pasan por alto, otros se notan algo más pero como posteriormente se pudo ver que les pasó a la mayoría de grupos problemas similares y que por encima de lo que hubiera salido el día D, nos teníamos que quedar con el proceso, como habíamos funcionado como grupo y lo bien que nos lo habíamos pasado trabajando juntos, siendo que 4 horas de ensayo una tarde de domingo con el tiempo echándonos encima pasamos todos un rato magnífico en un ambiente distendido y del guardamos grato recuerdo. En definitiva valorar todo lo que conllevó el proceso del proyecto físico-artístico por el resultado final el día de la actuación sería un error enorme, y que debemos valorar todos los momentos que hemos vivido juntos, en los que ha habido sobre todo buenos momentos y en los que en mayor o menor medida todos hemos aprendido del resto algo; y que eso es mucho más importante que el resultado final aunque sea menos vistoso y llamativo.
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